"Después de la estación lluviosa
viene la estación seca
Después de la estación seca
viene la estación lluviosa
Somos pacientes
Nuestro momento volverá a llegar”
Todo el mundo sabe que hay dragones. Y, si se piensa bien, siempre se ha sabido. ¿Recuerdas? Acechan en las esquinas del folclore y los cuentos de hadas; toda criatura en sus libros de dinosaurios. ¿Bajo tu cama, en el estanque, bajo la superficie de tu mente? Ellos estaban allí.
Los Mokole son Cambiaformas: seres que pueden cambiar entre tres formas a voluntad. Una de las formas es humana. Otra de ellas es reptil: cocodrilos, caimán, quizás lagarto. El que está entre ellas es una bestia fuera del tiempo - dinosaurio, dragón, serpiente de mar, o de algún otro fósil viviente, una amalgama de la Tierra de los Sueños. Pero los Mokolé son mucho más que solo Cambiaformas. Son la memoria de Gaia, el recuerdo vivo de “todo lo que ha pasado”, y traen con ellos millones de años de historia. La memoria es el océano en el que nadan y el desierto que exploran. Viven tesoros de sabiduría y poder.
Los Mokolé, que recuerdan la Guerra de la Rabia, temen y odian a los Garou. Nunca han creído que la guerra haya acabado, ni el Impergium, y siguen controlando a los humanos. Los Garou fueron despiadados con ellos durante la Guerra de la Rabia, considerándoles "la viva imagen del Wyrm" a causa de sus cuerpos reptilianos. Los Bastet han sido sus aliados durante mucho tiempo, y los Mokolé consideran que los Corax y los Nagah son congéneres suyos de formas distintas.
Son criaturas inmensamente poderosas, pero son algo más que carros de combate vivientes del sangriento Mundo de Tinieblas. Su verdadero trabajo es la memoria, “
el antiguo arte”, y recuerdan sin igual. Sin embargo, las Guerras de la Rabia han matado a tantos de ellos y su "
gran labor del tiempo" está tan dañada que, según ellos, Gaia ahora no tiene casi sentido. En caso de que la decadencia no se detenga, la memoria será destruida, e incluso puede que salvar a Gaia no valga la pena.