Turno Conjunto Lucia,Carlos

La tranquilidad del un edificio residencial en la barrio Paraíso
IV ha sido quebrantada, en horas de la mañana un homicidio ha sido
consumado, las largas horas del día, trajeron todo tipo de personas a
invadir el edificio, desde policías que necesitaban hacer el levantamiento del cadáver, hasta amas de casa que gustan de meter las narices donde no las llaman, la policía se va del lugar con el cuerpo y la “noticia” motivo por el cual la prensa se va del lugar, y el edificio vuelve a estar en calma.

Unas horas más tarde el mismo apartamento es testigo de lo que posiblemente se convierta en otro homicidio, dentro del apartamento se encuentra una mujer protegiendo a un pequeño niño, mientras sostiene un arma con ambas manos y apunta sin vacilación a un hombre de conflexion delgada que está parado en la puerta franqueando la salida, este tipo lleva una cadena gruesa entre las manos; un tercer individuo de cabellos rubios también armado se encuentra detrás del hombre de la puerta y con la misma actitud que la mujer, apunta su arma contra el tipo de la cadena.


El hombre de la cadena se gira en dirección del hombre rubio que tiene a su espalda. -Valla, valla, parece que hay muchos traidores cuida perros.
-Uds
dos deben saber en lo que se están metiendo, si ayudan a este perro a escapar, serán cazados por la ciudad, no existirá lugar alguno en que estén a salvo de nosotros.


El rubio parece no entender y sin dejar de apuntar le espeta.

- Amigo, no estás en posición de andar con jeroglificos así que explicate.


Justo en ese momento desde el interior del apartamento se puede escuchar a la mujer hablar.

• No has respondido a mi pregunta ¿Por qué quieres dañar al chico? ¡¿Y quienes sois vosotros?!
  

El
sujeto de la cadena se ve en un predicamento así que suelta la cadena y la deja caer la piso, con un hábil movimiento se tira al suelo sobre su espalda y mientras cae estira los brazos con fuerza hacia los lados como si les lanzara algo a la mujer y al rubio, aunque sus manos estaban vacías 2 cuchillos emergieron de ellas y se dirigieron con total claridad a sus objetivos.

Antes de poder entender lo que pasa los cuchillos se acercan peligrosamente a el rubio y la mujer, el rubio como acto reflejo voltea su cuerpo apoyando la espalda en la pared del pasillo dejando que el cuchillo
pase frente a él sin ningún problema, la mujer por otro lado se mueve lentamente y por poco la alcanza el cuchillo; se escuchan pisadas que cada vez se hacen más distantes, “el tipo está huyendo”, justo cuando
el rubio desde fuera y la mujer desde dentro del apartamento piensan ir en su búsqueda, un grito de dolor les detiene, detrás de la mujer un niño de no más de 13 años está tirado en el suelo lleno de sangre mientras la hoja de una navaja le atraviesa el pecho, la misma que segundos antes esquivo la mujer.

El rubio (Carlos) se gira y trata de entender lo que está pasando, de repente el grito de ayuda de la mujer lo saca de sus pensamientos, si meditar mucho mira el cuerpo que sujeta con ambas manos y ve lo que a simple vista se ve como un niño pero tiene algo raro, el niño tiene demasiado bello cubriéndole la cara, la mujer parece no notarlo, el rubio no está seguro si lo que ve es una alucinación producto de la velocidad de los acontecimientos o no, lo que sí tiene claro es que la mujer espera alguna reacción de su parte.


Off: la condición de Carlos le permite tener segunda visión activa y es por eso que él ve algo extraño en el niño, en este caso se representa en el bello, sin embargo Lucia no puede verlo a menos que active segunda visión.

La imagen del niño con pelo por el cuerpo me sobresalta. Nunca había visto nada así, pero aún con ese inconveniente...¡¡Ese niño no es normal!!.

Los gritos de la chica quedan lejos de la realidad cuando la evidencia se interpone entre nosotros.

Hago unos gestos con el arma que porto para que la chica se aparte.

- Apartaté del niño, o de lo que sea eso... puede hacerte daño, es mejor acabarlo cuanto antes, te prometo que no sufrirá...

Espero que ella reaccione, se que no lo hará bien pero no me queda otra opción.

Miro como la mujer me apunta directamente al pecho y chasqueo la lengua decepcionado. Veo que no entiende la situación en la que se encuentras, que no alcanza a ver aquello que está protegiendo que no ve lo que realmente hay allí o que aunque lo veo no es capaz de llevar a cabo la labor que se nos ha encomendado en este mundo, que es eliminar de él a todo ser que no deba existir en esta realidad y ese niño es una cosa de esas.

- Veo que no alcanzas a ver la realidad, de todos modos... ese niño no va a llegar a ninguna parte, no llegará a tiempo la ambulancia y no llegará a un hospital, ni siquiera tiene fuerzas para moverse, está acabado.

Cambio mi objetivo levemente, apuntando directamente a la mujer entre ceja y ceja, puedo ver su llanto, su dolor, incluso quizás su apego para con el niño. Pero nada es suficiente para desviarme de mi camino.

- Ahora la opción es la siguiente, podemos morir los dos, que muera el que sea menos rápido, el que menos habilidad tenga o simplemente apartar el arma y seguir cada uno su camino. El trabajo que se me ha encomendado... creo que ya lo ha hecho otro.

Cuando la mujer retira su arma, Carlos no puede evitar mostrar una expresión de victoria en su rostro, muy sutil, casi imperceptible, pero en el fondo es Victoria.

Aparta el arma lentamente de la cara de la chica y la deja de nuevo reposar sobre su cintura, sintiendo de nuevo el frio del hierro sobre su piel.

Después escucha sus palabras atentamente antes de contestarla.

- Por mi como si lo incineras, sinceramente no se como te permites ni siquiera tocarlo, es un ser que no debería existir. Si puedes verlo, quizás es que no has elegido el bando correcto. Pero tranquila, tarde o temprano, cuando maten a tú familia y a todos tus seres queridos te darás cuenta de cual es el bando en el que tienes que estar.

Las palabras de la joven me llegan cuando ya estoy doblando el marco de la puerta, caminando de nuevo hacia la luz del día, satisfecho con mi actitud aunque los demás cuestionen cada uno de mis actos.

Solo lo hago por el bien de la humanidad...

Pienso para afirmar que todos mis pensamientos son correctos y para no dar motivo a duda en mi mente. Aunque quizás algún día me de cuenta de que estoy equivocado, quien sabe.

Mientras tanto haré aquello para lo que se me han abierto los ojos, proteger a la gente de los que "no ven", siendo el brazo ejecutor de la divina providencia y castigando a todo aquel que se interponga en el camino de la verdad.

Busco la salida del lugar, en cierto modo no me es muy difícil ya que no es demasiado grande.

Observo hacia ambos lados buscando personas curiosas que se puedan haber parado a mirar el sitio donde se había producido un sangriento asesinato.

Después camino para agazaparme en un lugar donde no se me pueda alcanzar a ver a esperar que pase algo que me de alguna noción para continuar.

ya que cada uno toma caminos separados dejamos hasta aquí el turno conjunto osea que seguimos en los individuales de cada quien.