Castro Urdiales Jordi Dia 1

Estas tumbado en el sofá de la manera más cómoda que has encontrado, recostando tu cabeza contra uno de los brazos mientras tus pies golpean de manera distraída el otro, no eres un hombre de los que les guste gastarse el día sin hacer nada pero este domingo no has tenido ánimos de hacer nada, tus trabajos para el periódico han demandado gran cantidad de energía que sin proponértelo has estado recuperando en el transcurso del día, sin duda una buena siesta diurna alivia la carga.

Te encuentras bastante descansado tanto así que comienzas a aburrirte, la tele no presenta nada que llene tus expectativas y te has propuesto no tocar los libros el día de hoy, sin embargo, no es que estés sin nada que hacer de hecho la cocina aun tiene los platos sucios de las comidas del día, das una mirada de desaprobación y continuas sumido en tus pensamientos.

De repente algo te saca de tus debates mentales, el sonido fuerte y claro de un celular; como si un resorte te expulsara del sofá te levantas en busca del que sabes es el único aparato electrónico que poses capaz de generar dichos ruidos, te acercas a la mesas donde lo tenias y contestas no sin antes advertir la hora 9:30 pm y pensar quien carajos llama un domingo a estas horas.

-Alo,

-Jordi, soy yo Marc, no hay tiempo estoy cerca de tu casa, en 15 minutos llegare, espérame.

Acto seguido cuelga el teléfono, dejando entrever todo un poema de emociones escritos en tu rostro, los cuales van desde la sorpresa, hasta la más absoluta indignación.


Tal como lo prometió, 10 minutos más tarde sonaba el timbre de la puerta, sin salir aun de la sorpresa abres y te encuentras con un Marc un poco más viejo de lo que recordabas y visiblemente alarmado, sin más sete pasa el mal genio de hace unos minutos y lo convidas a pasar, le ofreces agua y un lugar donde sentarse mientras recupera el aplomo, te sientas cerca de él y esperas pacientemente mientras termina su agua, en ese momento puedes ver cómo le tiemblan las manos como si estuviese muy asustado por algo o alguien.

- Jordi, ya sé que no es momento de hacer visitas, pero debes saber, es importante que sepas…

Marc se levanta y comienza
a caminar de un lugar a otro balbuceado algo que a duras penas logras entender.

- he obtenido información de algo importante, al parecer unos “nosferatu” descubrieron un cargamento de telas que traía armamento camuflado a la sociedad de Leopoldo, sin embargo, ellos quemaron el depósito donde las guardaban.

Marc continua con su caminar de un lado a otro, mientras hable mueve sus manos de manera frenética y descontrolada, es tal el movimiento que alcanza a sobresaltarte.

- Jordi los dueños del depósito fueron torturados e incinerados, además parece que antes del incendio se alcanzo a hacer algunas entregas; pero Jordi ellos van a matarlos a todos, no solo destruirán las armas, también eliminaran a quienes han visto el material.

Marc hace una pausa mientras se queda mirando sobre tu cabeza en dirección de la puerta, su rostro denota concentración como si estuviera viendo alguien entrar, entonces sin decir una palabra sale corriendo y da un tremendo portazo al salir, no entiendes lo que pasa pero sales corriendo tras tu amigo, sabes que es un poco loco pero la forma en que actúa te preocupas por su seguridad, llegas corriendo a la calle y buscas de manera desesperada a Marc, puedes verlo girar en una esquina una cuadra mas allá, corres tras de él lo más rápido que tus pies te lo permiten mientras lo llamas a gritos para que se detenga, no obstante nada de lo que gritas hace que Marc se detenga y finalmente lo pierdes de vista debido al giro de la esquina, le exiges a los músculos de tus piernas todo cuanto te pueden dar, tratando de alcanzar lo, al fin llegas a la esquina por la que giro, haces el mismo cruce que él hizo hace unos segundos, el agotamiento físico te alberga, es difícil creer que Marc pueda
correr tan rápido, tu respiración entrecortada, el sudor humedeciendo los mechones de tu cabello, el continuo movimiento de tu cuerpo debido a la carrera, te hace difícil enfocar bien el camino, cuando al fin das el giro de la esquina, te paras en seco, no das crédito a tus ojos, estas frente a una calle que nunca habías visto en tu vida, es larga muy larga casi como si no tuviera fin, de Marc no hay rastros es como si no hubiese pasado por acá, aunque sabes que acaba de entrar. Al frente tuyo hay una mujer, no sabes porque pero se te hace conocida, por una fracción de segundo crees ver en ella la mujer que tiempo atrás te obsequio el colgante.

Al estar en medio de tu camino te obligas a parar entonces ella mueve los labios en señal de hablar aunque el sonido viene después casi con un segundo de retraso.

-Debes salvarlos; no permitas que mueran; entiende; ellos no sabían cuál era el contenido de esas cajas.

De repente la mujer empieza a arder en llamas y emitir sonidos que te cuesta soportar, en medio de ese espectáculo la mujer se te lanza y te abraza sientes como el fuego te quema, es una sensación absolutamente dolorosa, sientes que tu mundo se acaba tratas desesperadamente de quitártela y entonces un resplandor blanco ilumina todo segándote completamente…

Muy lentamente el resplandor desaparece, revisas tu cuerpo en busca de las heridas generadas por las llamas pero notas con alivio que estas intacto, una corriente heleada de viento te obliga a revisar donde te encuentras, estas en una calle de Castro, por la actividad notas que no es una zona muy concurrida, al parecer has vuelto a salir de casa mientras dormías, intentas recordar el extraño sueño cuando de repente ves que al frente tuyo al otro lado de la calle, hay una especie de almacén, la puerta se abre y puedes ver un hombre salir de lugar pero lo que más te llama la atención es una luz azul parpadeante que sale dentro del almacén.

Cuando despierto todavía me encuentro gritando y sudando de rodillas en el suelo mientras me remuevo enérgicamente, intentando sofocar un fuego que en realidad no existe y por tanto las heridas tampoco.
Miro alrededor, de nuevo desorientado como tantas otras veces, me levanto y por suerte consigo identificar la zona de Castro donde me encuentro, eso me alivia en parte y el hecho de que esta vez no estaba en pijama aunque mi ropa sigue siendo de "andar por casa" y por tanto está desgastada y deja bastante que desear. Cualquiera que me viese con ella y lo despeinado que voy pensaría que soy un vagabundo pero al menos no que estoy loco.

Mi respiración es agitada y me siento algo cansado, probablemente haya corrido de verdad como en el sueño. Cada vez me producen más temor estos ataques, las acciones que cometo sin proponérmelo son de mayor envergadura y durada. Debería buscar ayuda profesional... Pero no puedo, no podrían ayudarme si no puedo explicarles lo que soy, un cazador. Me dirían que seguramente se debe al estrés acumulado... Pues claro que sí, imbécil, me dedico a matar vampiros por la noche, ¿cómo quieres que no me estrese? En fin, no podría decírles nada de eso así que tendré que conformarme con encontrar algún psiquiatra en Hunter.net que pueda ayudarme. De momento... será mejor centrarme en lo que tengo delante.

Ladeo la cabeza al distinguir el almacén y el hombre que sale de él, instintivamente me agacho y quedo pegado a la pared más cercana para pasar desapercibido. Mi mano busca de forma inconsciente el frío tacto del colgante que siempre llevo entre mi ropa y ahí sigue.
"Debes salvarlos; no permitas que mueran; entiende; ellos no sabían cuál era el contenido de esas cajas"
Sé que sólo ha sido un sueño, sin embargo esas palabras vuelven a mí y me pregunto si algo de todo aquello ha ocurrido o ocurrirá de verdad. Me recuerda demasiado al mensaje que leí de los Heraldos antes de mi Exaltación, así que no puedo limitarme a quedarme de brazos cruzados. Al menos necesito comprobar que todo esto es una simple casualidad... o tal vez no.

Cuando el hombre ya se ha alejado lo suficiente, empiezo a correr cruzando la calle todavía agachado hasta llegar cerca del almacén, entonces aminoro el paso para provocar el menor ruido posible mientras intento asomarme por la puerta observar el interior.
Seguro que se trata de una falsa alarma... Intento convencerme a mí mismo, porque si se trata de un grupo de "nosferatus" dudo que posea el poder necesario para enfrentarme a ellos.

Puedes ver al hombre del celular como se aleja y doble la esquina mientras continua hablando por el celular, justo en ese momento comienzas a correr para cruzar la calle fijándote en todo momento que ese tipo no se devolviera y te encontrara, al acercarte aminoras la marcha y lentamente paso a paso te acercas a la puerta.

Lo que ves no te hace para nada feliz, puedes ver claramente lo que producía dicha luz, se trataba de un reloj en cuenta regresiva.

15:00… 14:59… 14:58… 14:57

En cunclillas al frente de ese extraño reloj se encuentra un mujer quien lo mira de manera detenida, sin más dicha mujer se levanta y gira para salir por la puerta en que estas y se detiene de golpe al verte parado en ella, la mujer es joven y muy bonita usa minifalda y cabello corto, la mujer te repara de arriba abajo sin bajar la guardia como pensando que hacer para quitarte del camino cuando de repente se apagan las luces para ti.

Un tremendo golpe, casi un martillazo en la cabeza hace que pierdas el equilibrio y poco a poco caigas al suelo, alcanzas a mirar de reojo mientras caes y puedes ver un hombre muy grande con un arma en la mano, por la forma en que la tiene se ve que fue con eso que te dio en la cabeza.

-Parece que nuestro amigo tenia visitas el día de hoy- lo dice mientras los observa a ambos, -pues compartirán su destino-

Al distinguir el marcador del reloj en retroceso mis ojos se abren de par en par centrando toda la atención en él, lo cuál demuestra mi falta de "profesionalidad" en cuanto a caza y todo lo que conlleva se refiere, pues cuando quiero darme cuenta y reaccionar ya es tarde, una mujer que se encuentra en el extraño almacén me ha visto.
Algunas gotas de sudor resbalan por mi frente a causa del tenso momento, mientrastanto mi mente intenta pensar en algo que me permita salir del atolladero. No me gustaría hacerle daño sin embargo el tipo puede volver en cualquier momento y....

Y entonces caigo. Un quejido escapa de mi boca mientras mi cuerpo cae y mi consciencia se pierde por un segundo, pero después vuelve a mí, permitiéndome escuchar lo que dice el gorila que me ha golpeado con tremenda violencia.
No parece que tenga mucho que hacer sin mi arma, nunca se me ha dado bien la pelea y tampoco soy lo suficientemente corpulento para enfrentarme a él, además goza de la ayuda de la chica...
El tiempo sigue pasando y casi puedo oír el tic-tac del reloj, en mi propia mente. Retrocediendo inexorablemente. ¿Cuánto me queda?, ¿quizá 12 minutos...?
Miro alrededor con disimulo en un intento de encontrar algo que pudiera servirme de defensa o arma, permaneciendo en el suelo para hacerles creer que me ha dejado lo suficientemente fuera de combate. Quizá así gane algo de efecto sorpresa...

Cierro los ojos un instante con fuerza, concentrándome para adquirir una visibilidad diferente a la habitual. No estoy seguro de que vaya a ver algo diferente pero necesitaba asegurarme...




((Off: He gastado 1 de Convicción para Activar Segunda Visión y discernir si son humanos normales o no))

Miras toda la estancia en busca de algo que puedas usar: un madero macizo, una botella, algún objeto contundente, sin embargo, te encuentras en una bodega llena de periódicos y revistas viejas nada que se pueda usar como arma, el hombre que te golpeo tiene una risa siniestra impresa en su rostro.

Cierras los ojos y empiezas a recordar como aprendiste a través de la Hunter-net la manera de focalizar tus habilidades, sientes como las dudas empiezan a disiparse, mientras el poder de la convicción inunda tu ser; lo sientes expandirse en tu pecho como una voraz llama que recorre tu medula espinal llenando tu mente y por ultimo fluyendo a través de tus ojos… Abres los ojos pero sabes que ya no son los ojos humanos de hace un momento, estás viendo el mundo con los ojos de un cazador, la misma mirada que se encargara de develar
los misterios que cubren este lugar.


Lentamente recorres la estancia y focalizas tu mirada en la mujer, sin embargo, tu nueva visión no puedes ver nada extraño en ella, lentamente te devuelves para mirar con atención al hombre que te ha golpeado. La imagen es extraña, para empezar es demasiado pálido, antes no se veía de esa manera, además tiene esparcido por el cuerpo pústulas de secreción que se revientan y vuelven a llenar, sin que el tipo repare en ello, la imagen es tan desagradable como grotesca.

Estas pensando un próximo movimiento cuando la mujer reacciona saltando para alejarse un poco y sacando un arma y apuntando al hombre, parece que te ignora de momento, con voz segura y sin dejar de apuntarle dice:

- ¿Quién eres y que haces aquí?

Al abrir los ojos una especie de escalofrío recorre mi cuerpo de arriba a abajo con es espasmo. Parece que no haya cambiado nada y a la vez todo es totalmente distinto, sin embargo parece que después de todo la chica es normal, pero eso no la exculpa de que pudiera estar colocando ese más que sospechoso contador... 11 minutos y sigue contando.
Giro la cabeza con lentitud y disimulo hacia el grandullón, noto la sangre deslizándose por mi cogote, caliente y pegajosa. Siento un pequeño pinchazo de dolor, por suerte no demasiado molesto.
Me sorprende comprobar que ella decide apuntar al zombie que tenemos delante pues creía que eran del mismo equipo, pero me alegra estar equivocado ya que me da un poco de ventaja.

Ruedo entonces por el suelo para apartarme del alcance de la criatura antes de incorporarme mirando a ambos, al reloj y de nuevo al monstruo.
-Será mejor que colabores, me temo que tu golpe no dice mucho a tu favor...- mi ceño se frunce y le observo con severidad mientras adopto una postura defensiva y alerta, dándole una oportunidad de redención antes de llevar a cabo mi próxima acción. Lo cierto es que después del ataque traicionero no albergo muchas esperanzas de que pueda ser perdonado.
Así pues, sería mejor otorgarle la salvación liberándole de tan terrible maldición, pero de momento espero su respuesta unos segundos. El tiempo corre en nuestra contra...

Esperas un par de segundos a que el hombre te conteste lo que le has recriminado, mientras puedes ver que la mujer sigue sosteniendo el arma y apuntándole al cadáver ofreciéndole una mirada de pocos amigos. El gorila se decide hablar.
-Uds. dos morirán en este lugar, yo me encargare de que así sea-
Justo en ese momento puedes ver como ese gorila dispara su arma contra la mujer y te tira algo que arroja con su mano libre, actúas por reflejo y ejecutas un salto acrobático hacia atrás que te permite esquivar con total efectividad lo que esa cosa te arrojo, tratas de mirar si la mujer esta herida, pero ves con satisfacción que ella también ha logrado esquivar la bala, sin embargo, dicho proyectil ha impactado cerca del reloj aunque de momento parece que no le ha afectado en nada.
Te giras para constatar el reloj.
09:55… 09:54… 09:53…

Por suerte para mí consigo esquivar el objeto, ya que estaba lo suficientemente atento y tenso a cualquier movimiento del zombie que tenemos delante. Lo que me resulta más sorprendente es que ella sea capaz de reaccionar a tiempo para evitar la bala, por lo cuál la miro entre perplejo y sorprendido, desviándose mi mirada al reloj.
No puedo permitirme el lujo de perder más tiempo y ya le he ofrecido una oportunidad que claramente ha rechazado. No estoy seguro de que con esto pueda detenerle pero quizá consiga asustarle lo suficiente como para que decida marcharse...

Mi ceño se frunce y mi mirada seria se fija en mi objetivo mientras empiezo a notar su nauseabundo olor a podrido que me obligo a aspirar con insistencia y profundidad para dañarle y purificarle a la vez.

Sientes el desagradable aroma de la putrefacción que despide su cuerpo invadiendo tus cavidades nasales expulsas el aire retenido en tus pulmones y puedes ver cómo le generas pequeñas quemaduras al demonio aunque no las suficientes como para incapacitarlo, te preparas para un segundo ataque cuando de repente el sonido de un disparo te desconcentra, te giras y ves como la chica ha disparado su arma y grita:


- Maldito, ¿quién eres y porque deseas hacer saltar por los aires este sitio?


El proyectil impacta en el hombro del demonio mientras este emite un grito desgarrador que abarca toda la bodega, acto seguido pueden ver como el demonio se separa de la puerta y comienza a huir.


Se encuentran uds 2 solos en el interior de la bodega, frente a uds se encuentra la puerta por la que entraron la misma por la que hace solo unos instantes salió el demonio.


OFF:Has conseguido 2 puntos de conviccion.

El extraño zombie, o al menos una criatura parecida debe ser, es debilitada y puedo apreciar unas pequeñas yagas provocadas por la quemazón que le provoco pero no me regodeo en ello, no es que disfrute con esto pero es algo que debo hacer. Para mí sería mucho más positivo y fructífero que alguno me demostrase que no es necesario combatirlo para que lleguemos a un acuerdo sincero...
Me dispongo a inspirar de nuevo ese desagradable olor, pero el disparo de la muchacha me distrae y ensordece momentáneamente, por lo cuál no puedo evitar mirarla ceñudo un instante.
Corro un par de metros detrás del monstruo que ha decidido emprender huida pero después chasqueo la lengua dando un pisotón en el suelo frustrado.

-Quina merda...cullons- me limito a espetar por lo bajo algo malhumorado, volviendo al almacén y acercándome al "extraño" reloj-bomba, poniéndome en cuclillas frente a él mientras busco en mis bolsillos pero obviamente el móvil estará reposando tranquilamente sobre la mesa del comedor.
-Deberíamos llamar a la policía, no es que sepa mucho de bombas cómo para ir manipulando una y se acaba el tiempo...- apoyo las yemas de los dedos en el suelo para ofrecerme mayor firmeza y entonces la miro nuevamente, fijándome un poco más que antes en medio del alboroto.

Por ahora y hasta que os separéis, seguiremos el turno en el que te hice conjunto con Andrea