Manada Garou Noche 4 Escena 3 (Llegada a Carranza)

El camino a Carranza es más largo de lo que esperabais. Alejándoos del mundanal ruido de la ciudad, de los efectos de la Tejedora y de las grandes masas de población humanas, tomáis carreteras secundarias en dirección a la naturaleza. Habéis salido de Portugalete por Ortuella, dirección Abanto-Ziérbena, pasado por Muskiz y tomando las carreteras que cruzan el alto de Sopuerta. Una vez cruzado, pasáis por la localidad de Artzentales y el Valle de Villaverde. Ahora parece que, tras casi dos horas de serpenteante carretera a baja velocidad, estáis llegando al destino.

Carranza es un municipio eminentemente rural, con una gran importancia del sector primario y especialmente de la ganadería, aunque en los últimos tiempos ha cobrado especial relevancia el turismo y la industria relacionada con el primer sector, la ganadería.

Pedro recuerda haber oído que en el valle de Carranza se encuentra una multitud de monumentos megalíticos como dólmenes o túmulos. Hacia el 1.900 fueron descubiertos unos grabados de una cueva, además de otros restos arqueológicos en enclaves del mismo entorno. En el valle se encuentra la cueva que alberga la mayor concentración de estalactitas excéntricas del mundo, así como la sima más grande de Europa y la segunda más grande del mundo. Esta torca sólo es accesible para espeleólogos.

El Valle en su totalidad no llegará a los dos mil habitantes, la mayoría de ellos concentrados en el municipio principal, la aldea del mismo nombre. El resto, casas y granjas diseminadas individualmente o en pequeñas concentraciones o barriadas separadas de la población principal. El muladar se encuentra, por lo que os han comentado en una gasolinera poco antes de llegar, bastante separado de todo centro de población, al oeste. Precisamente se eligió ese enclave para ofrecer alimento a los buitres en una zona que les hiciera alejarse de las granjas.

Aparcáis en un enorme mirador que os da una perspectiva bastante amplia del valle. Apoyados en las gruesas barras de madera del mirador, observáis el panorama bajo la fina lluvia que hace más de una hora comenzó a caer, primero con fuerza, después más suavemente. No habéis visto a Javier desde vuestra partida. Os adelantó con su moto y aceleró hasta desaparecer completamente, seguramente merced a su acalorada mentalidad de Ahroun, impulsiva y salvaje. Pero el caso es que habéis llegado y no hay rastro de él. Y cuando habéis tratado de llamarle a su teléfono móvil, os ha salido siempre el mismo mensaje de voz:

El teléfono se encuentra apagado o fuera de cobertura.

Pedro se despereza un poco al salir de la furgoneta. El camino ha sido largo, y ya necesitaba estirar las piernas. Echa un buen vistazo a su alrededor, y finalmente atiende a las palabras de Ana. Sin embargo, algo de lo que oye no termina de cuadrarle.

• ¿No ibamos a ir por separado? Creía que habíamos acordado que cada uno investigaría como mejor sabe... Nuestro amigo ruso -señalando a Haliaetus- buscaría el rastro de los jóvenes in situ, y que tú aprovecharías tus dotes periodísticas. Quizás podrías acercarte al pueblo y ver qué puedes averiguar, y él seguro que puede apañárselas solo en los montes. Me pregunto... Yo podría toma ese camino y visitar las casas más cercanas al muladar...
  

La manada se separa, en pos de una mayor eficacia. Gaia ha dotado a sus hijos de múltiples habilidades, por eso creó los Auspicios y las Razas, y los hijos sabios sabrán hacer uso de ellas.

Pedro se aleja caminando por un sendero que lleva a una colina en la que hay varias casas apartadas, separadas del municipio principal. Casas de campo o granjas, baserris como las llaman aquí, donde tratará de recabar información de las gentes del campo.

Haliaetus solicita las ropas de los parientes a Ana, las husmea y parte veloz hacia los prados y los bosques. Es ahí donde se siente cómodo, a pesar de las diferencias en la orografía y vegetación con su territorio natal en Rusia. Pero es donde se sente útil a Gaia, donde puede desplegar todo su potencial. Que los homínidos hablen con los hombres, y dejen el bosque al lobo.

Ana, una vez sola, toma el camino haca el pueblo. Allí buscará probablemente a un policía que le indique donde se comentan los "chascarrillos" del pueblo. Su identidad como periodista puede abrirle muchas puertas...

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OFF: A partir de aquí, caa cual por separado. Pedro estará desaparecido or un tiempo, mientas su jugador esté liado con exámenes y demás. Ana no tendrá turno hasta que edite sus dos ultimos posts y los deje ortográficamente correctos. Haliaetus continuará en su propio tema.