Partida de Rol de MUNDO DE TINIEBLAS ambientada en la Comarca del Gran Bilbao |
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| Haliaetus Noche 4 Escena 4 (En la Espesura) | |
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JUANCAR GRAN BILBAO Oscuro
Cantidad de envíos : 834 Edad : 45 Localización : Gran Bilbao Valoración de Juego : Fecha de inscripción : 02/02/2008
| Tema: Haliaetus Noche 4 Escena 4 (En la Espesura) Sáb 16 Feb 2008 - 13:15 | |
| La sensación de la hierba bajo tus patas te recuerda lo lejos que estás de tu Rusia natal. Allí, el frío trataba de abrirse paso a través de tu pelaje mientras caminabas por la nieve espesa, y en ocasiones trotar era harto complicado debido al grosor de ésta. Aquí, en cambio, parece que la nauraleza mantiene una constante primavera, a pesar de que los humanos no parecen darse cuenta de ello. Los olores del campo te resultan familiares, mas no son los que andas buscando. Plantas, flores y animales mezclan sus aromas para que tu los descubras y redescubras con tu poderosa percepción olfativa, mientras te adentras más y más entre los árboles y comienzas a ascender una pequeña ladera. De repente, te parece percibir un olor diferente. Te detienes, olisqueas a tu alrededor, tratando de detectarlo de nuevo para seguirle la pista. Nada. Sabes que es una pista, que por esta zona tienes posibilidades de comenzar la búsqueda, así que das una vuelta por los alrededores tratando de recuperar ese olor... Kweeeeeeeeeeee...Te giras sobresaltado. El graznido es grave, poderoso y gutural. Tu cabeza busca con la mirada a tu alrededor, hasta encontrar la fuente. ¿Un buitre? ¿Dentro del bosque? Te han hablado de esos pájaros carroñeros, e incluso has visto fotos, aunque nunca habías tenido uno delante. No abundan en Rusia. El animal está apostado sobre una gran roca, algunas decenas de metros más arriba de la ladera donde te encuentras. Sientes que no te quita ojo de encima, lo que consideras bastante inusual. Y el olor regresa a tí, el olor de la ropa de los parientes mezclado con podredumbre y carne descompuesta. Y te llega justo cuando cambia el viento y te viene directamente desde el carroñero animal.
Última edición por JUANCAR el Miér 20 Feb 2008 - 13:21, editado 1 vez | |
| | | Haliaetus Cambiaformas
Cantidad de envíos : 25 Valoración de Juego : Fecha de inscripción : 04/02/2008
| Tema: Re: Haliaetus Noche 4 Escena 4 (En la Espesura) Sáb 16 Feb 2008 - 16:41 | |
| "La combinación entre podredumbre, carne descompuesta y el olor de los parientes es algo que siento inusual... ¿sera posible que esten ya muertos y sean la comida de ese ave que me mira inusualmente?" Haliaetus se pone alerta y va camino hacia el carroñero animal, pero con cierta precaución, su actitud es la que normalmente adoptaba a la hora de cazar, su mas grande explendor como lobo de las nieves surge a la vista de quien le vea.
Editado por Juancar: Se dice combinación, no convinación. | |
| | | JUANCAR GRAN BILBAO Oscuro
Cantidad de envíos : 834 Edad : 45 Localización : Gran Bilbao Valoración de Juego : Fecha de inscripción : 02/02/2008
| Tema: Re: Haliaetus Noche 4 Escena 4 (En la Espesura) Miér 20 Feb 2008 - 20:10 | |
| Con gran preocupación, caminas en dirección al enorme ave carroñera. Tu experiencia como experto cazador te dice que debes borrar tu mente de todo lo que sea tu objetivo, tu presa, pero la imagn de esos dos Parientes muertos y devorados por una bandada de buitres hace que se te erice el pelaje del lomo. Ya no percibes el olor de los jóvenes, no obstante, aunque el olor a podredumbre va en aumento. El animal continúa mirándote, impasible. Se diría que no tema la posibilidad de ser atacado por un enorme lobo, aún teniéndolo tan cerca. No crees que sea una actitud normal, y algo en tu interior te dice que este animal dista mucho de ser un hijo de la Madre Naturaleza. Justo antes de tenerlo "a tiro", el buitre despliega las alas y se muestra a ti extendido y en toda su plenitud, mientras gorgojea y emite un sonido gutural que te hace sentir un profundo escalofrío en la espalda. Dudas, y no saltas sobre él justo cuando pensabas hacerlo, de modo que tampoco esperas lo que te viene encima. El animal extiende completamente el cuello en tu dirección y abre exageradamente el pico... y de su garganta surge como un geisher un chorro de un líquido verdoso, caliente y espeso. A duras penas logras esquivar el chorro, lanzándote hacia un lado, pero ves cómo a contacto con el suelo el líquido comienza a quemar la hierba y a descomponer todo lo que toca. Incluso la propia tierra se oscurece. Y el animal -si es que te atreves aún a catalogarlo asi- vuelve a gorgojear, como una carcajada siniestra, riéndose de tí. | |
| | | Haliaetus Cambiaformas
Cantidad de envíos : 25 Valoración de Juego : Fecha de inscripción : 04/02/2008
| Tema: Re: Haliaetus Noche 4 Escena 4 (En la Espesura) Jue 21 Feb 2008 - 2:13 | |
| Aunque impresionado por el acto de este ser, Haliaetus esta emocionado, hace mucho no hacia uso de sus garras y colmillos, pero ahora podra usarlos como todo un guerrero de Gaia. El Colmillo emite un aullido de guerra, de jubilo, de extasis (En caso de que sus compañeros de manada oigan este aullido, sentiran las profundas ancias del Colmillo por derramar sangre de un enemigo) a lo cual respondiendo a su instinto de lobo y su relación con Gaia, decide mostrar la mas fiera forma de los hijos de Gaia y adoptar la forma de los antiguos lobos de Rusia. Tiro imp prim + Res para transformarme en Hispo Haliaetus ancioso por destrozar con sus dientes a la bestia que hirio a Gaia sin importarle siente en lo mas profundo de su ser como la ira se acumula Gasto un puntos de Rabia A lo cual se manda violentamente ante el ave gorgojeante, lo sujeta con sus garras del torzo y desgarra con sus mandibulas el cuello. | |
| | | JUANCAR GRAN BILBAO Oscuro
Cantidad de envíos : 834 Edad : 45 Localización : Gran Bilbao Valoración de Juego : Fecha de inscripción : 02/02/2008
| Tema: Re: Haliaetus Noche 4 Escena 4 (En la Espesura) Lun 3 Mar 2008 - 20:34 | |
| Tu poderoso aullido reclama el legado de tus salvajes antepasados, como una brutal llamada a los ancestros que vivieron y murieron por la Madre. Ellos llenan de orgullo tu corazón y de fuerza tus músculos, exigiendo a cambio la sangre de tus enemigos, de los enemigos de la Madre. La sangre de este profanado animal.
Sientes el poder de los que te precedieron alimentando tu cambio de forma. Tu cuerpo crece, tus músculos se hinchan, tu mandíbula se recompone en una nueva forma más salvaje, más brutal, más primaria. Tus patas golpean el suelo impulsándote hacia tu enemigo, con los ojos enrojecidos por la furia ancestral que te empuja a atacar.
El pájaro te ve llegar, pero no alcanza a reaccionar a tiempo. Sus movimientos son lentos y torpes, a pesar de que su grito chirriante te hace estremecer y titubear en tu salto. Pero no impide que cargues sobre él con tus patas, derribando al ahora pequeño animal, sujeto contra el suelo por las alas desplegadas. Por un instante parece que sus extremidades sean capaces de levantarte, lo que demostraría una fuerza sobrenatural, pero finalmente no es capaz de elevar tu nuevo peso, porque descargas sobre él la fuerza de tu mandíbula. Tus dientes rodean su cuello y lo desgarran, descarnando carne y hueso y haciendo estallar venas y arterias en una ducha de sangre maloliente. Su fino cuello, incapaz de expulsar el grito de dolor lógico, termina seccionado en menos de dos sacudidas.
Sin embargo, mezclado con la sangre brota también un chorro de verdoso ácido, que salpica directamente tu rostro. Te apartas del cuerpo ya sin vida del animal sacudiéndote el pegajoso líquido abrasivo del lado derecho de tu ocico, dolorido, quemado y molesto por la nauseabunda peste del cadaver de tu víctima, que tienes ahora incrustada en tu cara y en tu boca.
Has vencido. Pero lo que es más importante es que pareces haber descubierto algo. Este animal hace tiempo que dejó de pertenecer a la faz de Gaia. Incluso para alguien sin el poder de la clarividencia espiritual parece evidente que ha sido tocado por el Corruptor.
OFF: Un nivel de salud Agravado por las quemadurs en la cara.
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| | | Haliaetus Cambiaformas
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| Tema: Re: Haliaetus Noche 4 Escena 4 (En la Espesura) Lun 3 Mar 2008 - 23:49 | |
| Asqueado y adolorido por el chorro verdoso ácido, Haliaetus restriega su rostro sobre el verde y humedo pasto (No hay nada mas confortante que las caricias de Gaia) buscando quitarlo totalmente, cambiar el asqueroso olor por el suave perfume del rocio al mismo tiempo que refresca las quemaduras. Ahora que el dolor parece no estar y su olor parece haberce difuminado con el rocio y agua de la hierba, el Colmillo se enorgullece de si mismo al haber rendido la sangre del enemigo de la Madre ante ella para ser purificado por su lluvia, siguiendo el legado de sus ancestros plateados de Rusia. Es momento de seguir de nuevo el propósito de esta masacre, buscar el rastro de los parientes desaparecidos, a lo cual el lobo procura nuevamente encontrar su aroma y buscarlos... pero no antes sin dar un aullido de victoria por haber ganado mi primer batalla en la forma que me obsequio Gaia.
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| | | JUANCAR GRAN BILBAO Oscuro
Cantidad de envíos : 834 Edad : 45 Localización : Gran Bilbao Valoración de Juego : Fecha de inscripción : 02/02/2008
| Tema: Re: Haliaetus Noche 4 Escena 4 (En la Espesura) Miér 19 Mar 2008 - 18:13 | |
| Al finalizar tu largo y orgulloso aullido de victoria, la fina lluvia ha calmado ya casi completamente el escozor de las quemaduras de tu rostro lupino. Por un momento, piensas que la misma Gaia ha mandado su húmeda caricia como recompensa a su hijo obediente, pero recuerdas que la lluvia llegó antes que la propia batalla. Habrá sido todo pura casualidad. O la providencia, aliada con la Madre.
El caso es que el rostro te duele bastante, sobre todo al gesticular con él, y el aullido ha sido una pequeña agonía solo compensada por el orgullo que representaba. Ahora dejas que la humedad recorra y refresque tu pelaje, mientas trats de aclarar tus ideas y regresar a la misión que te permita ser finalmente uno con la Nación.
Tu primer impulso es volver a buscar el rastro de olor de los jovenes parientes, pero te das cuenta de que la lluvia lo hará todo mucho más dificil. Todo lo que hueles es el frescor de la hierba mojada, y los restos de putrefaccion del cadaver del buitre mancillado. Eso hace que te plantees ¿Es casualidad que hayas encontrado por estos lares a lo que parece un animal mancillado por el Wyrm? La corrupción no suele actuar aisladamente...
De repente, tus puntiagudas orejas se mueven en un impulso. Lanzadas hacia adelante, han percibido algo. Un sonido. Un estridente murmullo. Proviene del otro lado de la colina. Como múltiples chillidos. Como graznidos. Similares a los que emitía este hediondo ser antes de haberle enviado a mejor destino.
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| | | Haliaetus Cambiaformas
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| Tema: Re: Haliaetus Noche 4 Escena 4 (En la Espesura) Miér 19 Mar 2008 - 19:45 | |
| "Es posible que sea el momento de darlo todo por la madre, no estoy seguro si esto lleve a culminar mi misión, pero aun asi debo pelear contra el wyrm" Haliaetus en su gran comunion con Gaia, se concentra en el rocio que apenas queda despues de la lluvia, el viento parece curar las heridas y calman el dolor, pero aun persiste la rabia con el solo hecho de pensar que del otro lado se encuentra la corrupción. El Colmillo empieza su viaje al otro lado de la colina, en su potente forma "primaria" pero aun con los instintos asechadores del lobo, va a toda marcha pero alerta de sus "adversarios", al minimo conocimiento de un enemigo Haliaetus estará alerta para usar de nuevo sus colmillos Off: gasto un punto de Gnosis para curar el agravado | |
| | | JUANCAR GRAN BILBAO Oscuro
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| Tema: Re: Haliaetus Noche 4 Escena 4 (En la Espesura) Vie 4 Abr 2008 - 12:53 | |
| Tu poderosa forma salvaje no representa la rabia contenida que se suele otorgar a la forma Crinos, pero es dinámica, primaria y ante todo, natural. Te sients cómodo corriendo sobre tus cuatro extremidades, en una forma semejante a aquella en la que naciste y te criaste. Ahora, simplemente eres más grande, más fuerte y más veloz. Y sabes que tu mandíbula, tus fauces, son más temibles.
Te encuentras aún entre árboles, en un entorno natural incomparable. No tan bello como los bosques nevados de tu tierra natal, pero bello al fin y al cabo. Puedes sentir a la Madre a tu alrededor, a pesar de que su rostro mostraría asco de sufrir la presencia del despojo que te has visto obligado a eliminar, pero los caminos de Gaia son misteriosos, y aquí llegó su hijo para ejecutar al corrupto carroñero. Ahora, la Madre estaá un poco más feliz, y en ello piensas mientras su poder espiritual recorre tus heridas y las cicatriza en cuestión de segundos, generando una sensación en tu piel que va desde un leve cosquilleo hasta una suavidad y paz indescriptibles.
Sabiéndote en plenitud de facultades, libre de toda molestia, tus poderosos cuartos comienzan a golpear el suelo, impulsándote con fiera fuerza en dirección a lo alto de la colina. Sabes que debes luchar contra el Wyrm en todas sus formas, que esa es la misión para la que fuiste alumbrado a este mundo. Y si el Wyrm está al otro lado de la colina...
Te detienes al llegar a la cima. Tu brillante pelaje plateado se eriza como si de un felino se tratara, a contemplar el paisaje. La otra cara de la colina no es una ladera boscosa, sino una especie de acantilado rocoso y encrespado que desciende entre múltiples salientes hasta una escarpadura donde el suelo del claro que hay frente al monte desciende hacia lo que parece la entrada de una cueva que se aposta en la base del monte. Más allá solo ves un bosque, cruzado por una estrecha carretera de tierra, más montes y a lo lejos algunas casas aisladas.
Pero no es el paisaje lo que turba tu alma de lobo. Son ellos. Lo buitres. Hay decenas de ellos, apostados como vigías malditos en los salientes del acantilado, corriendo torpemente en cómicas carreras por el claro que hay más abajo, arrancando trozos de alimento de... una pequeña pila de trozos de carne que se amontona justo en frente de la entrada de la cueva. La pila te sobrecoge. Son animales, cortados, troceados, apilados de manera antinatural, como si fueran ofrecidos a los carroñeros. Y éstos los acogen con ganas, alimentándose de lo que se les entrega a modo de sacrificio. Un sacrificio impío.
La Madre no puede estar contenta.
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| | | Haliaetus Cambiaformas
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| Tema: Re: Haliaetus Noche 4 Escena 4 (En la Espesura) Mar 13 Mayo 2008 - 0:51 | |
| Es tan estremecedora la imagen del daño que se le ha causado a la madre, qué el espíritu de Haliaetus se manifiesta en la forma mas agresiva de la cual lo ha dotado Gaia. Una vez estando en la cima, el Colmillo decide emplear todo su empeño para generar un derrumbe dirigido a acabar con los buitres ubicados en los riscos, usa un desgarrante grito de batalla (al fin y al cabo se han encontrado con un decendentiente orgulloso de los lobos plateados)... no le importa estár solo, por ahora con lo único que cuenta es con las rocas las cuales ve como martillos de Gaia movidos por su fuerza con la finalidad de acabar a estos seres malditos. Durante la caida, Haliaetus se sostiene de sus garras en las rocas...saltando de una a otra dirigiendose furiosamente hacía la entrada; atacando al cuello con sus garras (procurando degollar) a todo ser que aparezca en su camino, pero manteniendose alerta de su sangre (pues aprendio la lección de su anterior encuentro con estas criaturas). Segundos antes de caer al suelo desde las rocas, Haliaetus retomara su forma feloz, primaria y natural... pues su objetivo ahora (el anterior era acabar y atemorizar a la mayor cantidad de buitres posibles) es el de entrar rapidamente en la cueva y descubrir que sucedía adentro... posiblemente esten los parientes. Off: tiro imp prim+res para transformar en Crinos, para el derrumbe uso un punto de fuerza de voluntad para un exito asegurado, momentos antes de caer gasto un punto de rabia para transformarme en Hispo (y volarme como el viento pa que no me cojan las piedras que caen xD ) | |
| | | JUANCAR GRAN BILBAO Oscuro
Cantidad de envíos : 834 Edad : 45 Localización : Gran Bilbao Valoración de Juego : Fecha de inscripción : 02/02/2008
| Tema: Re: Haliaetus Noche 4 Escena 4 (En la Espesura) Mar 20 Mayo 2008 - 1:46 | |
| Tu cuerpo aumenta progresivamente de tamaño a medida que te acercas a la zona de la cima que consideras más apropiada. La rabia bulle en tu interior ante la visión del daño que sufre ante tus ojos la faz de Gaia, y tus músculos se tensan y endurecen mientras tus zapas se convierten en poderosas garras, con la ventaja que eso supone. Las grandes rocas a tu alrededor se mantienen ipertérritas en su lugar, merced a su enorme peso, inamovibles ante los elementos.
Ahora no lo serán. No ante tí.
Tus enormes manos se agarran a la dura roca, clavando en ella tus garras. Es una roca enorme, practicamente de tu tamaño, y está bien afianzada en el suelo de tierra de la cima. Pero sabes que no necesitas levantarla. Sabes que es suficiente con moverla, arrastrarla o hacerla rodar hacia el borde del acantilado. Sabes que la gravedad hará el resto, y que los peñascos se abrirán a su paso, generando una reacción en cadena. Aplicas una fuerza brutal, hasta sentir auténtico dolor. Sientes arder tu espalda, tus hombros, tus brazos, las piernas que practicamente mantienes clavadas en el suelo, las manos que ya casi forman parte de la roca... Tu esfuerzo se incrementa y tu gruñido de esfuerzo se transforma en un poderoso grito de fuerza, un aullido que se eleva hacia los cielos.
Y la roca cede. El primer impulso cuesta un poco, pero una vez comienza a moverse, el esto es fácil. La inmensa roca se precipita hacia su caída, y no puedes hacer salvo verla descender. La reacción se produce como esperabas, aunque a una escala menor: la roca embiste los primeros salientes, arrollando de paso a uno de los sarnosos buitres que no la vio venir, y hace estallar los peñascos generando una lluvia de rocas. Más y más rocas van chocando con otros salientes, y a medida que desciende se va incrementando el número de rocas. Sin embargo, con cada nuevo choque las rocas desprendidas son más y más pequeñas, minimizando el peligro.
Pero el peligro, una vez más, eres tú.
Varios buitres son arrollados por la embestida pétrea, especialmente los que se encontraban apostados en las posiciones más elevadas. Otro más, que se había salvado de la primera roca, se ve sorprendido por tus fauces antes incluso de que llegues a tocar el saliente sobre el que pretendías aterrizar. Al apoyarte en el saliente te das cuenta de que la empresa es toda una locura, la gravedad te impulsa y acelera a descender y los apoyos son mínimos, especialmente para un Garou que, impulsado por la savaje fuerza de la Rabia, se encuentra en su forma primitiva Hispo, bastante grande y pesada.
El primer saliente lo salvas con facilidad, clavando tus patas e impulsándote hacia un nuevo saliente. En el camino, tus fauces casi encuentran el cuello de otro buitre, pero apenas alcanzan a desgarrar ligeramente una de sus alas. Afortunadamente, la maniobra apenas te desequilibra y logras afianzarte en el nuevo saliente de roca lo suficiente para impulsarte de nuevo. Afortunadamente también, las rocas desprendidas caen por delante tuyo, y no corres riesgo de verte arrastrado por ellas.
Sin embargo, si que han dejado un rastro de destrozos a su paso, y los salientes sn cada vez menos ronunciados, dificultando el afianzamiento de tus enormes patas. En uno de tus saltos, tus patas no logran apoyase correctamente. Tus cuartos traseros resbalan en un capa de polvo y gravilla y de repente te ves suspendido en el aire sin apoyo ni inercia más allá de la gravedad. Todo tu cuerpo se ve arrastrado sin equilibrio hacia abajo, el suelo se hace cielo, el cielo se hace suelo, todo da vueltas a tu alrededor...
Sientes un dolor lacerante en el lomo, y luego un impacto brutal acompañado de un dolor de caeza insoportable, un mareo insostenible y un olor a podredumbre nauseabundo. Abres los ojos y ves el suelo a tu alrededor, todo cubierto de rocas desgajadas, y un poco más allá una pila de restos de carne sanguinolenta. Apenas logras ponerte en pie, sientes que tus patas no te responden, especialmente la delantera izquierda que te duele de un modo insoportable y temes que esté rota. Oyes a los buitres volando sobre tí, a no mucha distancia, y de un rápido vistazo calculas que quedarán al menos siete, quizás más.
Al bajar la mirada, un pequeño detalle llama tu atención sobre la pila. En una de las esquinas se ve algo de color azul. La manga ensangrentada de una camiseta. Ropa humana.
---------------------------------------------------- ESTADO DE SALUD: Tullido (-5) letales. Al haberte hecho tal cantidad de daño en un solo turno (ataque brutal) deberás elegir una Cicatriz de Guerra de la lista que hay en la web.
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| | | Haliaetus Cambiaformas
Cantidad de envíos : 25 Valoración de Juego : Fecha de inscripción : 04/02/2008
| Tema: Re: Haliaetus Noche 4 Escena 4 (En la Espesura) Mar 20 Mayo 2008 - 2:32 | |
| Adolorido por el golpe y aun en pie, la misión ahora no es acabar con los buitres, es tomar la ropa de humano y buscar adentro de la cueva si están los parientes. A pesar del dolor, el Colmillo está satisfecho de haberse ocupado de esas aberraciones que ya no eran naturales, asi que con un gran esfuerzo se pone en pie y corre (Con toda la destreza posible) primeramente por la ropa e ingresa con ella a la caverna. Una vez adentro usa su fuerza y precisión para derrumbar la entrada (únicamente la entrada) y asi tener tiempo de recuperarse sin mayores preocupaciones (Por lo menos aparentemente). Off: En todo turno uso un punto de rabia (o fuerza de voluntad, la que aplique... no recuerdo cual era y no encuentro en la web) para ignorar los efectos de los letales (o en su defecto para doble turno y que no me agarren esos malditos buitres), maximo gastare tres puntos de rabia. Off3: Gasto un punto de FV para exito asegurado para ser mas preciso y derrumbar solo la entrada de la cueva Off3: la cicatriz de guerra es una cicatriz superficial a modo de cortadas desde el lomo hasta una parte del hombro izquierdo desde atras. | |
| | | JUANCAR GRAN BILBAO Oscuro
Cantidad de envíos : 834 Edad : 45 Localización : Gran Bilbao Valoración de Juego : Fecha de inscripción : 02/02/2008
| Tema: Re: Haliaetus Noche 4 Escena 4 (En la Espesura) Mar 3 Jun 2008 - 19:06 | |
| Tu mente lucha contra tu cuerpo en la batalla por el control de la situación. Sabes que debes levantate, pero tu cuerpo no responde; sabes que debes alcanzar ese tejido, pero todo tu costado te duele demasiado; sabes que debes huir, pero tus patas te fallan. Sin embargo, la dura realidad está ahí, es moverse o perecer, y finalmente y con un reniego tu mente gana la batalla. En un desesperado esfuerzo de voluntad, te pones en pie e ignoras el dolor para correr acia la pila de carne, tomando el trozo de tela entre tus fauces para seguidamente girarte sobre tus cuartos y continuar corriendo. A media carrera, tus fuerzas comienzan a fallar. El dolor vueve a ser insoportable y te obliga a aminorar la marcha. Hueles la podredumbre por doquier, oyes las aves corruptas a tu espalda. Pero continúas correndo a duras penas, desesperado por llegar a la cueva que supones tu salvación. Al llegar, agradecido a Gaia por permitir que alcanzases su seno sin ser asaltado por el camino, piensas en alcanzar la mayor protección. Para ello, sueltas el trozo de tela en el suelo y regresas a la entrada de la cueva, tratando de alcanzar el techo de la entrada con tus garras para provocar un derrumbe. Sin embargo, la altura es demasiado incómoda y apenas alcanzas, con lo que tus zarpazos solo logran arañar su superficie. Te esfuerzas aun más, dando pequeños saltos para clavar tus garras, pero tan solo logras hacer caer unas pocas piedras desquebrajadas. Es entonces cuando oyes el motor, e inmediatamente corres hacia el interior de la cueva, buscando la protección de las sombras. Escondido tras una roca que sobresale de uno de los costados, observas la llegada a las inmediaciones de uno de esos vehículos de los humanos, una de esas que llaman "camionetas". De él descienden dos hombres, totalmente cubiertos con ropas sucias y viejas, gorras en la cabeza y pañuelos cubriendo sus rostros. Da la sensación de que parte de la mugre que les cubre es de origen orgánico. Sangre. Los dos hombres se dirigen a la parte de atrás del vehículo, y comienzan a descargar grandes trozos de carne, que lanzan a la pila para que los buitres se alimenten de ella. Sientes una gran conmoción entre la bandada de aves. Y entonces te fijas en uno de los últimos trozos que ves lanzar, y ahogas las ganas de vomitar al reconocerlo: es una pierna humana. Y los buitres se lanzan a devorarla con desesperación. ----------------------------------------------- OFF: Lo que se usa para ignorar las heridas es la FV. OFF2: Incluso con FV, derrumbar la entrada de una cueva es extremadamente difícil. Intervienen factores como la estructura de ésta, el material geologico de que esté revestida... no es llegar, dar un golpe y ya está. Además, tampoco eres un lumbreras en el tema (ciencias 0), jaja. OFF3: Ganas 1 punto de Gloria temporal por la Cicatriz de Guerra. OFF4: Ahora estás en Malherido (-2), ya que has superado la tirada de Resistencia (Dif necesaria para curarte en medio de tanta actividad.
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