Partida de Rol de MUNDO DE TINIEBLAS ambientada en la Comarca del Gran Bilbao |
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| Andrei Noche 4 Escena 2 (la casa) | |
| | Autor | Mensaje |
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Leohan Humano
Cantidad de envíos : 31 Valoración de Juego : Fecha de inscripción : 07/02/2008
| Tema: Andrei Noche 4 Escena 2 (la casa) Mar 19 Feb 2008 - 0:09 | |
| El soldado miró a su compañero, sin decir ninguna palabra, luego empujó la puera muy fuertemente con las dos manos. Caería sin mucha resistencia.
Resultaba curioso, realmente no le soprendería ni defraudaría, a esta altura, encontrar una casa completamente vacía. Bueno, defraudar quizás un poco, pero el lugar parecía abandonado desde hacía años e inhabitable ¿Quizás era probable que una maniobra como la suya hubiese sido considerada de antemano por la gente de Guggenheim? Valía la pena esperar que no.
Última edición por JUANCAR el Miér 20 Feb 2008 - 13:20, editado 1 vez | |
| | | JUANCAR GRAN BILBAO Oscuro
Cantidad de envíos : 834 Edad : 45 Localización : Gran Bilbao Valoración de Juego : Fecha de inscripción : 02/02/2008
| Tema: Re: Andrei Noche 4 Escena 2 (la casa) Lun 25 Feb 2008 - 1:52 | |
| Apoyas tus dos manos en la puerta. Ejerces una presión mínima al principio, timidamente, comprobando el material. La puerta no parece demasiado resistente, la oyes crujir ante tus empujones. Un par de astillas saltan del marco, demostrando que su estado es más lamentable de lo que la pintura consigue con disimulo aparentar.
Tus cábalas, no obstante, te llevan a pensar fria y profesionalmente en la situación. Algo parece no encajar. Tu instinto te lo dice ¿Una casa vacía, abandonada? Desde luego no era lo que cabía esperar. Seguir una pista de un soldado enemigo y que te traiga a un lugar como éste...
Decides olvidar tus paranóicas conclusiones y arremeter con tu plan inicial. Echas un vistazo a Trevor, quien te observa indeciso desde debajo de la ventana que según él da al salón. Parece estar esperando una decisión por tu parte, una orden, o simplemente seguirte. Su lealtad hasta ahora te ha parecido incuestionable. En estos momentos, no obstante...
Decides dejar de pensar, para no volverte loco. Telanzas contra la puerta con fuerza, decidido a llevártela por delante. No entiendes por qué, pero en estos momentos ya no te sientes tan fuerte como anoche. Sin embargo, sigues siendo el hombre que eras, un soldado, y tienes fuerzas de sobra para derribar esta mierda de puerta.
Golpeas la puerta con el hombro, sintiendo la madera crujir, las astillas saltar, el marco estallar, la barrera ceder...
Y un estallido. Tus oídos se duelen por una explosión, tus ojos se ciegan por un fogonazo en la oscuridad, el olor de la pólvora te inunda, y el latigazo dolor en tu hombro te sacude y te anula, te hace caer al suelo entre espasmos incontrolados, agarrándote con fuerza mientras jadeas pidiendo ayuda sin que de tus labios salga una sola palabra. Sientes a Trevor entrando apresurado en la casa, notas como te agarra y tira de tí, provocándote más y más dolor. Sabes que es necesario, que no puede dejarte donde te pueda ver alguien, que está actuando como debe, pero ¿Quién te ha disparado? La respuesta no se hace esperar, cuando Trevor te deposita con cuidado sobeel suelo interior del pasillo, y tu sangre comienza a cubrir de negro escarlata la vieja alfombra. La ves ahí, tan rudimentaria, tan tradicional. Una trampa. Tan sencilla como efectiva. Una escopeta sujeta en una silla con una serie de piezas de metal, y un juego de finas cuerdas que conectan la puerta de entrada al gatillo. La silla está clavada al suelo. Un arma que se dispara automaticamente al abrir la puerta, acribillando al que la ha abierto. Un truco viejo, y has caído en él.
Te sujetas el hombro con fuerza, tratando de concentrarte en lo que quiera que hicieras la noche anterior. Deberías estar curandote ya, pero algo no va bien. No funciona. No te curas. Al contrario, la herida sigue sangrando. Quizás lo que te dieron ya no esté causando efecto, quizás necesites un suministro constante. Eso ya da igual. Estás malherido, muy grave, y si no consigues asistencia médica, cortas la hemorragia, y evitas la infección... la cosa va a empeorar...
OFF: Estado de Salud Malherido (-2). Las heridas letales como esta, si no se tratan empeoran al ritmo de un nivel por día. Unos primeros auxilios rudimentarios (lo único que con suerte podría ofrecerte tu compañero) tan solo ralentizarán ese ritmo, pero seguirás precisando asistencia médica de verdad. | |
| | | Leohan Humano
Cantidad de envíos : 31 Valoración de Juego : Fecha de inscripción : 07/02/2008
| Tema: Re: Andrei Noche 4 Escena 2 (la casa) Mar 26 Feb 2008 - 17:30 | |
| -...Mierda...
La única palabra que salió de la boca del soldado mientras tirado en el piso y retorciéndose por el dolor, miraba la trampa en la que había caído. Una trampa que quizás se pudo haber evitado si, como cualquier otro hubiera hecho, como él mismo hubiera hechosi hubiese estado más concentrado, hubiese pateado la puerta y se hubiese ocultado contra la pared.
Vió como la escopeta se reía en su cara, disfrutando de como él se había logrado inhabilitar solo, seguramente debía haber diez o veinte personas cuya identificación llevaba a esa maldita casa...
La droga o lo que fuera que había en la sangre el sujeto de anoche no funcionaba. Esta vez la herida iba en serio. Se dirigió a su compañero.
La pérdida de sangre lo mareaba, necesitaba un hospital, sin embargo, no podían irse sin revisar la casa, por más vacía que pareciera estar.
-Haz un chequeo rápido de la casa, quizás haya algo, luego consigueme un taxi, necesito ir a un hospital. Ten cuidado. | |
| | | JUANCAR GRAN BILBAO Oscuro
Cantidad de envíos : 834 Edad : 45 Localización : Gran Bilbao Valoración de Juego : Fecha de inscripción : 02/02/2008
| Tema: Re: Andrei Noche 4 Escena 2 (la casa) Lun 10 Mar 2008 - 2:47 | |
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- Haz un chequeo rápido de la casa, quizás haya algo, luego consigueme un taxi, necesito ir a un hospital. Ten cuidado.
- ¿Estás gilipollas o que te pasa?
Sus palabas te taladran como aguijones. Las dudas han hecho que todo lo que digan o hagan tus hombres sea analizado con escepticismo.
- Si te llevo a un hospital con una herida de bala tendremos a la policía encima en menos de tres minutos. ¡¡Mierda, ni siquiera podemos tomar un taxi, también avisaría a la pasma!!
No puedes dejar de desconfiar, aunque sus palabras esten llenas de razon. Notas las manos de tu compañero tirar de tí con fuerza y rabia, cogiéndote por los hombros. Te arrastra hasta lo que parece una sucia cocina, y te ayuda a subirte a la mesa tras despejarla por las bravas arrojando al suelo todo lo que había encima, unos tarros de ceramica y algunos papeles. El dolor es cada vez más insoportable, estás perdiendo mucha sangre y comienza a darte vueltas la cabeza. Trevor sale de la cocina corriendo, y oyes golpes y cristales rotos. Parece que esté saqueando un tienda. Pocos segundos después le ves volver con vendas, algodón, esparadrapo y unas pinzas de depilar. Sabes lo que te espera, de modo que agradeces perder el conocimiento. ...la negra oscuridad de la inconsciencia... |
Abres los ojos lentamente. No te duele el cuerpo, pero apenas lo sientes, aletargado y adormecido. Un molesto cosquilleo recorre tu brazo izquierdo, pero al ir a moverlo vuelve de golpe el tremendo dolor de la herida de tu hombro, que te sacude con fuerza desmedida. Ahogas un grito, tratando de sobreponerte y hacerte un esquema de la situación. Tu herida está cubierta por un aparatoso vendaje, que impide que te desangres pero poco más. Por el dolor supones que te han dado unos rudimentarios puntos. Te encuentras en la cocina donde perdiste el conocimiento, con la ropa llena de sangre reseca y espesa. Has perdido mucha sangre. La luz está apagada, y apenas entra mucha desde el exterior nocturno donde parece que cae una fina lluvia. Junto a la ventana, Trevor oberva con preocupación el exterior, con la escopeta que te disparó a traicion entre sus manos. Se gira y ve que has despertado.
- No hagas ruido. Algo va mal. Hace cinco minutos que los grillos dejaron de cantar.
- No estamos solos.
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| | | Leohan Humano
Cantidad de envíos : 31 Valoración de Juego : Fecha de inscripción : 07/02/2008
| Tema: Re: Andrei Noche 4 Escena 2 (la casa) Miér 12 Mar 2008 - 5:53 | |
| Andrei se despertó con un inmenso dolor, lo único que podía acallarlo era que el dolor anterior había sido mil veces peor.
Se mordió el labio para no gemir fuertemente. Sabía que no podría moverse bien ni hacer nada que lo pudiera poner en peligro. Y en ese momento tuvo miedo. Mucho más miedo que el día anterior al enfrentarse a aquel negro y estar al borde de la parálisis, quizás porque en esa ocasión no había tenido tanto tiempo para pensar acercade su condición, quizás porque ahora estaba poniendo su vida en manos de alguien más, alguien a quien había considerado untraidor potencial, y eso lehacía sentir incómodo. De cualquier manera, estaba paralizado y en territorio enemigo. Y lo peor, desde esa posición no se le ocurría nada que pudiera hacer para remediar la situación. No había escapatoria posible.
En ese momento deseó fuertemente poder regenerarse otra vez, darse una chance de escapar, de pelear... | |
| | | JUANCAR GRAN BILBAO Oscuro
Cantidad de envíos : 834 Edad : 45 Localización : Gran Bilbao Valoración de Juego : Fecha de inscripción : 02/02/2008
| Tema: Re: Andrei Noche 4 Escena 2 (la casa) Dom 23 Mar 2008 - 16:43 | |
| Tu voluntad de curarte no es suficiente como para obrar un milagro. Te preguntas, tras este golpe con la realidad, si la curación espontánea de la otra noche no sería tan solo producto de tu imaginación. De hecho, demasiadas cosas parecen producto de alucinaciones, ultimamente. Sientes las manos de Trevor ayudándote a incorporarte. Te pones en pie con dolor, aunque ves que puedes mantenerte solo y caminar, lo que es todo un logro. Trevor tira de tí hasta el pasillo, y te apoya en la pared ponieno un pistola en tu mano. A pesar de la escasez de luz, ves la preocupación en su rostro. Tiene miedo.
- Bien, Andrei, quedate aquí y cubreme. Voy a salir a ver que hay. Desde aquí tienes blanco directo a la puerta de entrada, y una panorámica de la cocina y su ventanas, por si alguien trata de entar por ahí. Echaré un vistazo rápido y volveré.
Antes de que te de tiempo a pensar si es una buena idea o no, el agente recorre el pasillo en un silencio profesional, y abre la puerta. Tan solo una fina linea de luz se filtra por ella, mientras el soldado echa un ligero vistazo. Entoncs, cuando está convencido, abre la puerta del todo y sale al exterior, perdiéndose de tu ángulo de visión y desapareciendo en el silncio de la noche. Todo queda en silencio y oscuridad. Estás solo. La casa está completamente vacía, y tu única compañía son los tremendos dolores de tu herida. Debes reconocer que Trevor te ha elegido un buen lugar. Desde donde estás, ves perfectamente la puerta de entrada, tienes un buen blanco paa cualqiera que entre y a solo un paso puedes ponere a cubierto tras una pared. Además, estás junto a la puerta de la cocina, por lo que ves esa estancia y todas sus ventanas... CRAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAASH...Cristales rotos, la ventana estallando en pedazos, "algo" entrando por ella y aterrizando sobre la mesa de la cocina. Tu pulso se acelera, apuntas con tu arma ¿Que cojones...? ¿¡Trevor!? Tu compañero descansa ahora sobre un charco de cristales rotos, inerte sobre la mesa de la cocina. Muerto o inconsciente, no lo sabes desde donde estás. Alg o alguien lo ha lanzado a través de la ventana de la cocina, pero eso requeriría una fuerza... La puerta de la entrada se abre. La luz exterior ilumina levemente el pasillo, lo justo para dibujar la silueta de un hombre en el marco. Sin detalles, más allá de un tamaño aceptale y cierta corpulencia, y un cierto brillo residual que indica unas gafas. El desconocido permanece ahí, quieto, y una ligera risita comienza a inundar el silencio reinante. | |
| | | Leohan Humano
Cantidad de envíos : 31 Valoración de Juego : Fecha de inscripción : 07/02/2008
| Tema: Re: Andrei Noche 4 Escena 2 (la casa) Dom 23 Mar 2008 - 21:37 | |
| No tuvo tiempo deagradecera su compañero antes de que él se fuera. Tomó la pistola que él le tendió. Luego recordó que el mismo había tomado una pistola del departamento y se la había escondido en el pantalón.*
La agaró y la tomó con la otra mano y se apoyó contra la pared. No pasaba nada. Estaba consado y adolorido pero sin embargo miraba en todas direcciones, en busca de cualquier enemigo que pudiera estar al acecho.
CRAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAASH...
El sonido de la ventana rota y luego su compañero cayendo a la cocina entre los vidrios. Demonios. Algo muy malo había sucedido ¿Estaba muerto? ¿Cuanta fuerza se requerís para arrojar a alguien de esa forma?
Iba a ir a revisar su estado pero antes debía asegurarse de que no hubieran enemigos cerca. Con una de sus pistolas apuntó a la ventana mientras dedicaba unos segundos a ver la respiración de Trevor...
Sonó el crujido de la puerta principal, y apareció la silueta de un hombre allí. Le apuntó y se propuso a disparar. Quizás estaba acompañado, debía mantenerse alerta.
...Sin embargo, ese hombre no atacaba n se mostraba amenazante, solo reía...
-¡Quieto! ¿Quien eres y para quien trabajas?
_________________________________________ Día 4/1, último turno | |
| | | JUANCAR GRAN BILBAO Oscuro
Cantidad de envíos : 834 Edad : 45 Localización : Gran Bilbao Valoración de Juego : Fecha de inscripción : 02/02/2008
| Tema: Re: Andrei Noche 4 Escena 2 (la casa) Lun 7 Abr 2008 - 23:53 | |
| Las dos armas en tus manos temblorosas no te dan la confianza que debieran. Hace años que te enseñaron que no es el arma quien da esa confianza al soldado, pero es una lección que aún hoy te cuesta aprender. Con un arma en las manos te sientes más seguro. Con dos armas, aún más. Sin embargo, ahora esa seguridad se va disipando. La herida te duele horrores, especialmente al tratar de sostener un arma con el brazo herido, lo que te hace pensar si ha sido una buena idea actua con un arma en cada mano en lugar de sostener firmemente un solo arma con las dos manos. Una pistola pesa muy poco cuando el brazo -especialmente uno como el tuyo- está en plenitud de facultades, pero con una herida tan fea...
- ¡Quieto! ¿Quien eres y para quien trabajas?
Las palabras brotan de tu boca carentes de convicción. El dolor te hace sentr inseguro, y la inseguridad te lleva al miedo, un miedo que hace tiempo te enseñaron a aislar de la ecuación. Ahora vuelve a incorporarse a ésta, y no estás acostumbrado. Demasiadas cosas de las que te suceden ultimamente se salen de lo acostumbrado. El desconocido reacciona a tu advertencia. La risita desaparece, dejando lugar al más absoluto silencio. No parece que esté dispuesto a responder, y el propio silencio hace que tus nervios se encrespen aún más. Silencio solo roto cuando ves la silueta dar un paso al frente, en tu dirección. La pisada hace crujir el suelo de madera, amenazando con que las tablas bajo su pies cedan ante su peso. A ese primer paso le sigue otro, y después el siguiente, y lo que comienza como un lento caminar termina en una carrera pasillo adelante en tu dirección, con la silueta creciendo y creciendo a medida que tu enemigo se abalanza contra ti. | |
| | | Leohan Humano
Cantidad de envíos : 31 Valoración de Juego : Fecha de inscripción : 07/02/2008
| Tema: Re: Andrei Noche 4 Escena 2 (la casa) Miér 16 Abr 2008 - 5:55 | |
| Andrei sostuvo entonces sus dos armas contra el hombre que ya no reía. En ese momento estaba confiado en que nadie más lo iría a atacar, y de cualquier manera quería concentrarse en él.
...No hubo respuesta a la amenaza,el silencio se escuchó en la casa. El hombre dió un paso, otro paso, la madera crujía, el viento soplaba, Andrei no dijo nada.
Sin embargo, al empezar el otro acorrer la reacción no se hizo esperar.
El ruso dejó escapar varios tiros de ambas pistolas, apuntando con una al corzón y con otra a la cabeza. No podía dejarse atacar, no en ese estado. Y tras ver lo que le había sucedido a su compañero no iba a apuntar a los muslos. Su objetivo era matar a su oponente. | |
| | | JUANCAR GRAN BILBAO Oscuro
Cantidad de envíos : 834 Edad : 45 Localización : Gran Bilbao Valoración de Juego : Fecha de inscripción : 02/02/2008
| Tema: Re: Andrei Noche 4 Escena 2 (la casa) Jue 1 Mayo 2008 - 16:34 | |
| Es un loco, tiene que ser un loco. Ni siquiera un hombre con un chaleco antibalas corre de esa manera hacia un hombre armado. Tiene que estar loco, o hasta arriba de crack o alguna otra droga similar. Esos tipos pierden la razón y el miedo, y no caen hasta que están practicamente muertos o realmente incapacitados. Pero estas noches has visto cosas que... En cualquier caso, no te deja otra opción. Sobreponiéndote a dolor de tus heridas, elevas tus dos armas y apuntas a sus puntos vitales, confiando en que algún proyectil acierte lo bastante como para acabar con él antes de que te alcance. Logras disparar al menos seis balas, antes de sentir cómo tus armas te son arrebatadas de las manos por una fuerza brutal que te sacude el hombro. Sabes que le has dado -¡¡Tienes que haberle dado!!- pero no se inmuta, el desconocido te toma con fuerza por el cuello y te levanta de suelo como si pesaras menos que la almohada de una cama. Tratas de liberarte, golpeas sus brazos, le lanzas patadas a las piernas, pero el aire comienza a faltarte, la presión sobre tu cuello aumenta, el sentido comienza a nublarse, y a oscurecerse... - ¿Seguro que es éste el que lo hará? -La voz es grave y fuerte, aunque familiar- De momento no parece gran cosa...
- Es él, no me cabe ninguna duda -Ahora una voz femenina, sensual, familiar también, y llena de arrogancia y suficiencia. Amortiguada por una especie de eco, como si se encontrase en un lugar pequeño- Todos comenzamos siendo débiles e ignorantes, Cuervo, no lo olvides. -Sientes una fina y delicada caricia sobre tu rostro- Pero nuestro pequeño Andrei llegará a ser grande, un gran alfil de nuestro tablero... Tan solo debe aprender. - Para eso me has contratado ¿No? Yo cumpliré mi parte, pero no estoy seguro de que él cumpla la suya... - Deja eso de mi cuenta. Hoy tiene trabajo en el museo, pero mañana por la noche... Comenzará su adiestramiento. Ahora... Será mejor que le de un poco de mí, que recupere su mejor forma y sienta a su "ama" más de cerca... |
Despiertas con las primeras luces de la mañana. Te encuentras sobre un mugriento sofá de tres plazas, observando un techo desconchado con una vieja lámpara de araña que amenaza con caerse en cualquier momento. Te incorporas lentamente, con miedo al dolor de tus heridas. Sin embargo, nada te duele. Sorprendido, te apartas la ropa para comprobar el estado de las heridas de bala: apenas una leve cicatriz. Increible. Te pones en pie. Continuas en la vieja casa que habíais ido a investigar. Corres a la cocina, donde ves el cuerpo aún inconsciente de Trevor sobre el suelo lleno de cristales. Ni rastro de tu asaltante. Y por alguna extraña razón, no paras de pensar en Carla. | |
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| Tema: Re: Andrei Noche 4 Escena 2 (la casa) | |
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