Castro Urdiales - Zhay lee dia 1

Sientes el correr del tiempo, casi puedes palpar la manera como las extensas horas del día se extinguen para dar vida a un nuevo amanecer y el ciclo vuelve a comenzar, Los días pasan y tu mentor aun no vuelve, estas en casa con tu hermana dejando que las largas horas del día se disipen en el tiempo, mientras te entrenas en la sencilla pero importante tarea de conocer las distancias de tu nuevo “hogar”, 5 pasos hasta la nevera, 3 pasos hasta la mesa de la sala, 17 pasos la habitación de Men Lei, intentas acostumbrarte a las distancias del lugar donde resides desde que tu mentor las trajo a Castro por su búsqueda de un familiar, una vez en la ciudad el salió y les pidió que no salieran, desde esa ocasión ya han pasado casi 2 semanas.
Tu impaciente hermana hace que la espera no sea tan calmada como desearías, entre sus constantes preguntas y el sonido de la flauta no te es fácil saber si debes exasperarte o tranquilizarte, ya que sus preguntas repetitivas te impacientan pero la melodía de su flauta te serena.



Sigues con tu rutina de aprender las dimensiones de la casa cuando puedes escuchar como alguien toca a la puerta, Men Lei se encarga de abrir, aunque no puedes ver posees un muy buen oído y puedes escuchar la conversación de Men con la persona que acaba de llegar.
-el sr Víctor les envía esta nota-
Puedes escuchar cómo se cierra la puerta y unos pasos en dirección opuesta a la misma indican que esa persona se aleja de la casa. Te percatas que Men no emite sonido alguno, extraño en ella, ha de ser que esta leyendo dicha nota.
Hermana, hermana, hermana… es de Victor, nos escribe, no se ha olvidado de nosotras… yo sabía, yo sabía si, si, si.
Después de unos minutos que te parecieron años, Men pudo salir de la euforia que la agobiaba.
-Hermana Victor nos pide que nos encontremos en las afueras de la ciudad, que no nos preocupemos que nos encontraremos alla y nos explicara en detalle.

la nota tiene la dirección exacta del lugar de encuentro, es en las afueras cerca de los grandes y frondosos arboles.

Ni un poco de pas en estos dias, aunque conozco la casa casi al dedillo algo en mi me dice que nunca terminare de conocerla. Aun hay comida en la nevera y no creo que necesitemos mucho, pero si mi maestro no vuelve habra que buscar un trabajo lo unico es que no se cual podria ser. Intento meditar pero las preguntas de mi pequeña hermana a veces no me sirven de mucho para concentrarme pero es la unica familia que me queda. Sonrio e intento contestarselas, luego me siento a escuchar como toca la flauta. Cuando llaman a la puerta estoy intentando llegar a la cocina cuando la abre. Una voz, no estoy segura que si un hombre o una mujer, creo que sera un hombre, se marcha. Camino hacia la puerta y me paro a unos pasos mientras espero.
Esbozo una sonrisa y asiento a mi pequeña e impaciente hermana. Es extraño, nos pide que no nos vayamos y que ahora nos reunamos con el a las afueras de la ciudad.

--Men, coge las chaquetas por si hace frio, nos iremos enseguida, si Victor quiere que nos reunamos con el lo haremos, no tenemos que temer nada. Aun asi iremos preparadas.

Cojo una chaqueta de corte chino, me siento mas comoda vistiendo las ropas de mi pais como he echo hasta ahora, busco el baston que suelo usar para guiarme en la calle y espero a mi hermana para marcharnos a reunirnos con nuestro maestro.
" Es muy extraño todo esto, pero...temo por Men si la intentan herir debere protegerla, espero coger al que nos ataque por sorpresa"

Al abrir la puerta, el aire de la calle me da en el rostro y espero a mi hermana para salir, ella debera cerrar la puerta, debera guiarme por la calle un poco para no tropezar con nada. No me gustan las ciudades, demasiados ruidos y olores, no me permiten concentrarme

Por ahora seguiremos en el hilo de manada, hasta que te quedes sola o lago parecido.